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Yo y mi cuerpo, ¿estamos de acuerdo?



¿Qué mundo se abre ante nosotres una vez pasada la puerta del binarismo?



El sistema binario nos obliga a definirnos.

A definirnos tanto en relación con nuestro cuerpo como en relación con nuestra sexualidad.

¿Soy hetero, homo, bi, trans, cis, fluid, … ?

Nos obliga a encasillarnos.

Algunas casillas se reconocen, aceptan.

Otras no.

¿Y si reflexionásemos sobre cómo salir de la normalidad traída por estas casillas?


Como para la familia, las casillas dejan numerosas personas, numerosas realidades fuera.

Obligan a muchas personas a tener que luchar para ser reconocidas.

Son fuente de violencia, de exclusión, de rechazo, y eso, en el nombre de la normalidad.

La persona humana desaparece cuando aparece el gobierno de los cuerpos.


Este tema abordará esta cuestión.

La cuestión de los cuerpos.

La cuestión del cuerpo y de sus singularidades.

La diversidad posible, sin límites…

La diversidad no aceptada.

La diversidad que quiere romper las fronteras en las que se encuentra encasillada pero que para ser reconocida, tiene que elegir otras.

Casillas, siempre hay casillas…

Malditas estadísticas…

Maldita política a través del gobierno de los cuerpos.


Tal y como lo dice tan bien Paul B. Preciado (2019 : 23) : « En este sistema de conocimiento, todo tiene un derecho y un revés. Somos el humano o el animal. El hombre o la mujer. Lo vivo o lo muerto. Somos el colonizador o el colonizado. El organismo o la máquina. La norma nos ha dividido. Cortado en dos. Y forzado después a elegir una de nuestras partes. Lo que denominamos subjetividad no es sino la cicatriz que deja el corte en la multiplicidad de lo que habríamos podido ser. Sobre esa cicatriz se asienta la propiedad, se funda la familia y se lega la herencia. Sobre esa cicatriz se escribe el nombre y se afirma la identidad sexual ».


Existe una construcción social de los cuerpos.

Existe una construcción social de la sexualidad.


Abordaremos la cuestión del binarismo inducida desde el nacimiento y todo lo que implica para la socialización de las personas.

Para la construcción de género de las personas.


Reflexionaremos también sobre el binarismo en la sexualidad y en la construcción del deseo.

De opresión a sobre-sexualización.


En definitiva, cuestionaremos el binarismo como norma.

Lo norma es estabilidad. Como lo dice Preciado (2019: 120): “la estabilidad es un factor de control político”.

La estabilidad brinda un sentimiento de tranquilidad.

Salirse de allí significa tener que luchar.

Luchar, es vida.


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